
Autismo
¿Tiene dificultad para relacionarse con otros niños? ¿Le gusta jugar en solitario? ¿Cuándo se le llama por su nombre, a veces, no responde? ¿Se ríe o llora sin un motivo? ¿En ocasiones observan al niño con la mirada perdida? ¿Le cuesta mostrar emociones a través de la expresión facial? ¿Le cuesta mantener el contacto visual con otras personas? ¿Evita el contacto físico de las personas con las que convive? ¿Tiene dificultad para aceptar los cambios con facilidad? ¿Muestra dificultades en el lenguaje? ¿Repite palabras o frases excesivamente? ¿Muestra desagrado ante ruidos fuertes? ¿Le cuesta entender las normas sociales y las incumple? ¿Tiene dificultad para entender los sentimientos de otras personas? ¿Se obstina con algún objeto en particular? ¿Muestra alguna dificultad con la alimentación?
Descripción del trastorno
Es uno de los trastornos generalizados del desarrollo que se inicia en la infancia y deriva en dificultades psicológicas y del comportamiento. Se caracteriza por la afectación de tres áreas fundamentales. En primer lugar interfiere en las relaciones sociales, generalmente no dan muestras de cariño, no mantienen contacto ocular y no parecen mostrar interés por las personas con las que se relacionan. También manifiestan dificultades en la comunicación, algunos no adquieren las destrezas del lenguaje y otros que las adquieren lo utilizan sin sentido o repitiendo lo que dicen los demás o simplemente no desean mantener una conversación. Por último presentan un patrón de conducta, intereses y actividades limitados, lo que provoca en el niño conductas repetitivas asociadas a intereses restringidos, rutinas poco flexibles y dificultades en la alimentación. Este trastorno se da antes de los 3 años y generalmente va asociado a un retraso mental. Existe un pequeño porcentaje de personas que vive de forma autónoma al llegar a la vida adulta, pero lo habitual es que mantengan la dependencia a lo largo de su vida, a pesar de observarse progresos en áreas concretas.
Este trastorno no debe confundirse con otros trastornos generalizados del desarrollo como el trastorno de Rett, el desintegrativo infantil o Asperger. Tampoco con esquizofrenia de inicio en la infancia, mutismo selectivo o retraso mental con síntomas conductuales.
Abordaje terapéutico
En primer lugar hay que trabajar con el niño de forma individualizada para establecer el plan de tratamiento adecuado a sus características personales, pues existen muchas diferencias entre personas con el trastorno autista. El objetivo general en el tratamiento de este trastorno va encaminado a que los niños aprendan a adaptarse al entorno y de forma específica se trabajan varios aspectos como la conducta básica de mirar a los ojos o imitar conductas adecuadas, en el lenguaje se trabaja la repetición de palabras, pedir adecuadamente las cosas, nombrar objetos y hacer o responder preguntas, entre otras. En el área de las habilidades sociales se procura enseñar como iniciar y mantener conversaciones. Todos estos objetivos se consiguen básicamente con técnicas conductuales e implicando a la familia, ya que es desde el seno familiar donde se trabajan y potencian muchos de estos aspectos en cooperación con la escuela. Es conveniente que la familia también reciba apoyo psicológico, debido a la dificultad que supone aceptar la nueva situación.